Nos gusta que nos quieran.
Queremos la aprobación y amistad de los demás. Más aún, sabemos que si no conseguimos la colaboración amistosa de nuestros compañeros, nos será difícil alcanzar el éxito.
El requisito imprescindible de una personalidad agradable es la flexibilidad
La flexibilidad es la habilidad mental y física que tiene el hombre de cambiar, de adaptarse a cualquier circunstancia o entorno sin que por ello tenga que renunciar a sus convicciones.
La flexibilidad no es sinónimo de docilidad. No es necesario someterse al capricho y la voluntad de los demás para tener una mentalidad flexible.
La gente no valora a los que a todo dicen si.
Tal vez pueda definirse la flexibilidad como la habilidad para examinar y evaluar rápidamente una situación determinada y afrontarla basándose en la lógica y con un mínimo de emoción.
El desarrollo de la flexibilidad te permitirá aprovechar las oportunidades y resolver los problemas en el acto. Te ayudará a tomar decisiones.
La flexibilidad ayudó a Arthur Nash, un fabricante de telas de Cincinnati, a adaptarse rápidamente cuando su negocio se fue a pique. Reunió a todos sus trabajadores y formó una sociedad en la que, además del sueldo, todos tenían participación en los beneficios. De este modo consiguió transformar la empresa en una de las más prósperas del sector.
Algunas veces la flexibilidad de otra gente te puede beneficiar a ti. Por ejemplo, Henry Ford solía ser brusco y tajante con sus empleados y socios. Con frecuencia la diplomacia y la flexibilidad de su esposa Clara le llevó a ser más tolerante y le ahorró muchos problemas.
El director del Bank of America en San Francisco dijo una vez: «Hay cuatro aspectos que tenemos en cuenta cuando contratamos a alguien: lealtad, seriedad, flexibilidad y habilidad para realizar bien el trabajo.»
Es sentido del humor es un ingrediente importante de la flexibilidad. Abraham Lincoln con frecuencia tenía que recurrir a su excelente sentido del humor par mantener unidos a los miembros de su gabinete en los momentos de crisis.
La humildad también es indispensable. Es la única manera de llegar a adquirir la flexibilidad necesaria para admitir que estábamos equivocados, como a todos nos ha ocurrido alguna vez.
La falta de flexibilidad del costó al presidente norteamericano Woodrow Wilson la aprobación por el Senado de su proyecto de la Liga de las Naciones, lo cual le destrozó el corazón. Si hubiese dejado a un lado su orgullo y hubiera invitado al senador Lodge, el principal oponente a la Liga, a una conferencia en la Casa Blanca, tan vez habría obtenido la aprobación del Senado.
La flexibilidad es una cualidad que atenúa las penas y aumenta las alegrías, pues nos hace valorar lo que tenemos y no sentirnos abatidos por el sufrimiento.
La flexibilidad nos ayuda también a conseguir el máximo provecho de nuestras experiencias, ya sean agradables o desagradables.
(“Rico en un año”. Napoleón Hill. Semana 9: Flexibilidad)
Flexibilidad: Capacidad para adaptarse con facilidad a las diversas circunstancias o para acomodar las normas a las distintas situaciones o necesidades.